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En reuniones con los ministerios de Educación y Salud, CIDES presentó resultados más importantes de su investigación sobre la inactividad física escolar y propuso la hoja de ruta para el 2025, centrada en un enfoque integral.

CIDES presentó conclusiones reveladoras que subrayan la importancia de considerar el entorno escolar en las intervenciones. Los investigadores señalaron que la solución a la inactividad física en las escuelas debe partir de un modelo de diagnóstico e intervención que tenga en cuenta la influencia de los entornos en los que operan las instituciones educativas.

Este enfoque integral es esencial para comprender la complejidad de los factores que afectan la participación de los estudiantes en las actividades físicas.

La influencia de la tecnología y las emociones en la actividad física

Un aspecto innovador de la investigación de CIDES es el análisis del impacto de la tecnología y los dispositivos digitales en el movimiento de los estudiantes. El estudio sugiere que las herramientas tecnológicas juegan un papel crucial en la relación que los jóvenes tienen con la actividad física y que su uso debe integrarse estratégicamente en las soluciones propuestas.

Además, CIDES destacó la importancia de las emociones que los estudiantes experimentan durante el movimiento. Las emociones, a menudo ignoradas, son fundamentales para comprender cómo los jóvenes se conectan o desconectan de las actividades físicas, lo que podría influir en su motivación para participar en las clases de educación física.

Desafíos en la instrumentalización del movimiento y la inclusión

Uno de los problemas identificados en el análisis es que el movimiento en las escuelas se suele ver solo desde la perspectiva de sus beneficios para la salud, sin considerar lo que los estudiantes piensan o sienten al respecto. Este enfoque limitado puede afectar negativamente la eficacia de las políticas de promoción de la actividad física.

Asimismo, la investigación reveló que las metodologías diseñadas para estudiantes en situación de discapacidad son escasas o inexistentes, un vacío que debe ser abordado con urgencia para garantizar una educación física inclusiva y accesible para todos.

Perspectiva de género y la importancia de la infraestructura escolar

Otro hallazgo significativo es la necesidad de considerar cómo el género influye en la participación de los estudiantes en las clases de educación física y en el juego. Las diferencias de género pueden afectar la dinámica en los entornos deportivos y deben abordarse para garantizar la equidad.

Finalmente, se destacó la importancia de analizar y mejorar los espacios e infraestructura en las escuelas, ya que estos tienen un impacto directo en la capacidad de los estudiantes para participar activamente en el juego y la actividad física.

El equipo de CIDES sostuvo una serie de reuniones con los ministerios de Educación y Salud para presentar los resultados de su investigación sobre la inactividad física en las escuelas chilenas y definir conjuntamente la planificación estratégica para el año 2025. En estos encuentros se destacaron hallazgos clave que ayudarán a guiar las políticas públicas y las intervenciones en el ámbito escolar, con el objetivo de fomentar la actividad física entre los estudiantes.

Los resultados

Hoja de ruta para el 2025: objetivos y próximos pasos

Durante las reuniones, CIDES y los ministerios definieron una hoja de ruta preliminar para el año 2025. Esta planificación se enfocará en crear entornos escolares más activos, inclusivos y saludables. Aunque aún faltan algunas definiciones, el equipo de CIDES y los ministerios seguirán trabajando en la implementación de estrategias integrales que aborden la inactividad física desde múltiples dimensiones.

Puntos a considerar:

  1. La solución puede construirse desde un modelo de diagnóstico e intervención que considere la influencia de los entornos escolares.
  2. Es crucial considerar la influencia de la tecnología y los dispositivos en el movimiento de los estudiantes.
  3. Las emociones que experimentan los estudiantes durante el movimiento juegan un papel fundamental en su motivación.
  4. El movimiento se instrumentaliza para la salud, sin considerar las perspectivas de los estudiantes.
  5. Las metodologías para estudiantes en situación de discapacidad son escasas o inexistentes.
  6. El género influye en la forma en que los estudiantes participan en las clases de educación física y el juego.
  7. La infraestructura y los espacios escolares son claves para promover la actividad física.

CIDES seguirá colaborando con los ministerios para garantizar un 2025 en el que las políticas deportivas sean más inclusivas, equitativas y efectivas.